Cuando las papas se almacenan adecuadamente, éstas pueden durar mucho más tiempo que otras verduras, pero antes de almacenarlas se debe seleccionar y separar cualquier papa con piel rota, agrietada, con golpes o imperfecciones ya que éstas se pudrirán más rápido y dañarán la papa sana. En cuanto a las papas dañadas, éstas deben ser consumidas en un plazo de uno o dos días y se sugiere cortar las partes menos atractivas.

  • Guarde las papas en un lugar fresco, oscuro, bien ventilado y protéjalas de la luz directa
  • No las guarde en bolsas de plástico sin ventilación
  • La temperatura ideal es de 7° C a 12° C
  • Las papas tendrán una duración de 1 a 2 semanas a temperatura ambiente y pueden durar varios meses a una temperatura de 7 ° C a 12 ° C
  • Las papas almacenadas que están expuestas constantemente a la luz se volverán verdes y tendrán un sabor amargo
  • Si la papa se ha vuelto de color verde, esa parte se puede retirar antes de la cocción
  • Lo mejor es no lavar las papas antes de guardarlas
  • No refrigerar o congelar las papas. En temperaturas menores  a 5.5 ° C el almidón comenzará a convertirse en azúcar.

Revise sus papas periódicamente para detectar signos de deterioro como reverdecimiento, grietas o golpes. Una papa podrida infectará a las otras papas, por lo que separar la papa maltratada hará que el resto de ellas duren más tiempo.